Está claro que tras un evento, hay un grupo humano de gente atrás, con un trabajo que no se nunca. A veces no somos conscientes cuando asistimos a un festival, a un concierto, a una obra de teatro, a un evento deportivo, … del trabajo humano que hay detrás de todo eso. Las horas, el tiempo, … no tienen precio. Solo tiene pasión.
El número de horas que se dedicaron a llevar acabo este torneo, son incontables. Muchas horas, muchos días, y varias noches sin dormir; muchas preocupaciones. Alguna duda.
Llegar a compaginar las responsabilidades personales, trabajo, conciliación familiar, club, Vilagarcía Basket Cup y ahora… Torneo San Roque… no es fácil. Nada fácil. Más complicado que el cubo de Rubik encajar todas las piezas y tener tiempo “para todo”. Pero por el basket, merece la pena. Sabíamos que iba a merecer la pena.
Nos preguntábamos si llegábamos a tiempo, … pero la ilusión, de ver cómo poco a poco todo encajaba; y encajó.
Ahora con el torneo ya vivido, queda la satisfacción y esa nostalgia temprana de saber que hemos puesto la primera piedra de algo que todos sabemos que va a seguir creciendo en el tiempo.
Sara, Erea y un servidor, somos los culpables de que se celebrase la I edición del Torneo San Roque de Vilagarcía. Pero tampoco sería esto fácil sin la incondicional ayuda de Mariola, Benjamín, y como no, de Alberto; sin ellos, el círculo perfecto del Torneo San Roque no sería posible.
El año que viene, más.
Comienza una nueva era en el basket de Vilagarcía de Arousa.